29 abril, 2024
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Estudio propone mitigar plagas a través de interrupción genética de mosca

El trabajo corresponde a una colaboración que busca mitigar el impacto de una plaga de moscas
en la industria agropecuaria, específicamente de la plaga que afecta a pepinos.
“Quiebre del receptor de ecdisona para interrumpir el desarrollo de una mosca plaga”, es el
nombre de la investigación en la que la Dra. Valeria Palma, investigadora de la Facultad de Ciencias
de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), colaboró con un grupo
multidisciplinario de expertos. El estudio fue publicado en la prestigiosa revista científica Insect
Molecular Biology.
La colaboración inicia cuando el Dr. Shakil Ahmad, primer autor del artículo y oriundo de India, se
pone en contacto con la Dra. Palma para trabajar en conjunto, debido a las investigaciones sobre
la interacción insecto-plaga que ambos desarrollan. “La idea fue generar bioensayos, para
controlar las plagas con técnicas menos invasivas que un plaguicida, por ejemplo. El proyecto
buscaba una modificación del ARN del insecto”, contextualiza la Dra. Valeria Palma.
El desafío es interrumpir el traspaso de ARN a proteínas en esta mosca. De este modo, no se logra
completar el desarrollo del insecto, el que es la plaga principal de los pepinos. “Al matar a un
insecto con las técnicas habituales, es probable que afectes a otros. La ventaja de esta técnica es
que el insecto llega un punto en que no puede crecer más. Atacas específicamente al ARN, sin
afectar a los demás”, explica.
Para trabajar este punto, se realizó de manera experimental un proceso llamado ARN no
codificante. Esto se trata de una copia artificial hecha en un laboratorio de una parte del ARN
original, pero con una falla. En una placa Petri, el insecto se alimenta artificialmente y al ingerir
este compuesto ingresa a sus células y por ende, a su ARN normal.
“En este caso, se atacó un receptor que permite que la mosca mude, para su desarrollo. Sin este
proceso no pasa de larva a pupa y de pupa a adulto. Así, no se reproduce”, complementa la Dra.
Palma.
Luego de que la larva se alimente con este proceso, se detectó que el 68% no pasó a su siguiente
etapa de desarrollo de pupa. Por ende, favorecería el control de plaga. El proceso es rápido, no
tardó más de un par de semanas, lo que además favorece la dinámica de trabajo.
Respecto a la importancia de la temática estudiada, la Dra. Valeria Palma comenta lo innovador
del proceso. “En general, se busca atacar a las plagas de una manera más directa. Sabemos que
estamos en una crisis de polinizadores y sin ellos, arriesga el desarrollo de las plantas. Es algo que
es fácil de ver, no existen tantas mariposas o abejas en el ambiente como lo era antes, y es por
este fenómeno”, declaró.
Otro punto a favor es la rapidez del proceso, pero al tratarse de un modo de trabajo tecnológico,
puede resultar costoso. Sin embargo, con el paso de los años y avance, esto podría cambiar. “Las
regulaciones avanzan y podría favorecer este proceso. Existen estudios de esta temática hace casi
10 años, en Europa y otros países. Con el tiempo se podría diversificar”, concluyó.

Ahora, el desafío es llevar esta técnica de laboratorio al mundo exterior, principalmente en los
campos y la zona agropecuaria, considerando las variables ambientales. También se pretende
aplicar en insectos en etapa adulta.

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