Jóvenes de diversos lugares del país llegaron a la Base Naval Talcahuano, para dar inicio a su período deformación naval en la Escuela de Grumetes “Alejandro Navarrete Cisterna” y así desarrollar su vocación al servicio de la patria, en las filas de la Armada de Chile. Informó la Comandancia en Jefe de la Segunda Zona Naval.

Durante todo el proceso de recepción, se entremezclaron las emociones de los padres, familiares y de los postulantes hasta los momentos previos al embarque en los transbordadores “Bolados”, “Sobenes” y “Grumete Pérez”, que trasladaron a los más de mil postulantes hasta la Isla Quiriquina, lugar donde se emplaza el plantel de formación de Gente de Mar, de la Marina.

El director de la Escuela de Grumetes, capitán de Navío Fernando Borcoski, indicó que el proceso de acuartelamiento consistió en la ceremonia de bienvenida, la reunión informativa con los padres y el embarque de los mil 147 alumnos, que se integraron al proceso de formación.

Agregó, que “a diferencia de años anteriores, en esta oportunidad las postulantes femeninas se integrarona todas las divisiones, a excepción de la Séptima que está compuesta por personal de Infantería de Marina. Hace muchos años que la vida en la Marina es mixta y así lo vamos a considerar aquí en la Escuela de Grumetes”.

En relación al programa educacional señaló que será básicamente el mismo del año pasado, “pero hemos agregado algunas mejoras que hacen énfasis en talleres y actividades deportivas, para que más grumetes participen en estas actividades. Como así también, volvemos a tener disponible la piscina y los laboratorios de inglés”.

Orgullo de los padres

Los padres, apoderados, familiares y amigos de los nuevos reclutas,quienes tendrán un rol fundamental en el proceso de formación de los futuros hombres y mujeres de mar, con expectación y orgullo observaban a los jóvenes formados en el Muelle 360 de la Base Naval durante la ceremonia de bienvenida, los que con gallardía saludaron a la autoridad naval presente y entonaron el himno nacional.

Ejemplo de esa emoción por la vocación de servicio demostrada por cada uno de los postulantes es el Suboficial Patricio Romero, quien junto a su esposa Verónica González, acompañaron a su hija Ninoska, en este día tan especial. “Es un orgullo para mí y mi familia venir a dejar a mi hija a la Escuela de Grumetes, alma mater donde yo ingresé en el año 1989. Hay sentimientos encontrados de tristeza, porque no estará con nosotros y a la vez de alegría, porque está iniciando una nueva etapa de su vida, forjando un futuro profesional”. Entre lágrimas la señora Verónica, agregó estar feliz, manifestándole sentimientos de ánimo y fuerza a su hija, “para que luche igual que su papá, siguiendo el buen ejemplo de familia”.

Nuevas experiencias

Con la emoción propia de iniciar una nueva etapa de sus vidas, los jóvenes desde su llegada a las instalaciones navales comenzaron a recibir las primeras directrices de su adoctrinamiento naval, observando atentamente a sus instructores.

Desde la ciudad de La Serena arribó a Talcahuano el recluta Rodrigo Espinoza, quien optó por la especialidad de Cocinero, integrándose a la Tercera División. “El año pasado realicé mi Servicio Militar y me gustó la vida naval, por lo que decidí postular a la Institución. Este día siento emoción porque sé que esta experiencia me va servir para mi futuro, para mi familia y para servir al país.También siento algo de tristeza porque no me acompañó nadie, pero llevo a mi mamá en el corazón”.

En tanto, Paula Hernández Rodríguez, oriunda de Viña del Mar, postulante del curso Grumete Naval, comenta que su expectativa es cumplir de la mejor manera la etapa de preparación y formación naval,“paraa futuro servir al país y colaborar en labores de apoyo a la comunidad cuando se requiera”.

Ya en la Escuela de Grumetes, los jóvenes comenzaron de inmediato sus actividades orientadas a la instrucción física militar, la que se extenderá por aproximadamente un mes y medio; para el marzo continuar con la instrucción académica.