
“No hay inversión ni tecnología disponible que permita eliminar los malos olores si las plantas pesqueras se ven obligadas a procesar pesca en mal estado porque ha pasado mucho tiempo en las bodegas de las lanchas artesanales o en las bodegas de las fábricas”. Así explicó la presidenta de la Asociación de Industriales Pesqueros, Asipes, Macarena Cepeda Godoy, el estrés productivo que significa para su sector que las 400 lanchas que capturan sardina y anchoveta salgan a pescar simultáneamente y luego regresen a las plantas a descargar materia prima.
“Todo ese abastecimiento, de una sola vez, sobrepasa la capacidad de procesamiento de las plantas, por lo que estos recursos se descomponen en las bodegas de las lanchas o en los pozos de las plantas pesqueras, porque las fábricas simplemente no pueden procesar inmediatamente todo lo que llega”, explicó la ejecutiva.
Macarena Cepeda dijo que, durante 2016, la Subsecretaría de Pesca emitió una resolución que ordenaba a la flota pesquera artesanal del Biobío zarpar una vez al día y así ordenar el abastecimiento de pesca hacia las plantas industriales, sin embargo, los mismos sindicatos de pescadores artesanales recurrieron a la justicia y lograron derogar la medida. Ese año no hubo malos olores debido a que siempre se pudo procesar pesca fresca.
“El desorden con el que opera la flota artesanal sólo afecta a las personas y vecinos del Gran Concepción, porque los malos olores que se producen impactan en su calidad de vida. Pero también a las plantas procesadoras, porque con justa razón las personas culpan a las fábricas del mal olor, sin saber que éstas no tienen más opción que recibir y procesar esta materia prima en descomposición. De no hacerlo tendríamos una emergencia sanitaria al no tener dónde recibir esta pesca. Y, además, las autoridades fiscalizan y sancionan a las empresas, cuando lo que debería hacerse es evitar este sobreabastecimiento”.
Apelan a Dirección Zonal de Pesca
Por esta razón ayer Asipes envió un oficio al director Zonal de Pesca reiterando la necesidad de regular los zarpes diarios con el fin de ordenar el abastecimiento a plantas de proceso para evitar episodios críticos de malos olores al procesar materia prima añeja(con más de 24 horas de capturada). “Le pedimos a la autoridad que considere la contingencia actual de ausencia de jibia en los últimos meses y la urgencia social-económicadel sector artesanal por participar en la captura de sardina y anchoveta a fin de recuperar los ingresos perdidos en los últimos meses”, aseveró la ejecutiva.
El gremio además informó a los alcaldes de Coronel y Talcahuano, así como al Seremi de Medioambiente y Jefe de Acción Sanitaria de la Seremi de Salud de la compleja temporada de sardina y anchoveta que tendrán que enfrentar las plantas procesadoras.
Por nuestra parte, las empresas socias de la Asipes, Alimar, Blumar, Camanchaca, Landes y FoodCorp, junto a Orizon (que adhiere voluntariamente), tienen implementado un Protocolo de Gestión y Control de Olores en todas sus plantas, así comofiscalización permanente en los puntos de descarga artesanal en Talcahuano y San Vicente. “Sin embargo, ordenar el abastecimiento de materia prima fresca es esencial”, concluyó Macarena Cepeda.