A horas del inicio de 2019 los Trabajadores Embarcados, Capitanes, Motoristas y Tripulantes de la Flota de Pesca que presta servicio a la industria pesquera de la Región del Biobío prevén que será uno de los años más difíciles que vivirá su sector. Estiman que estará marcado por la la batalla más grande que habrán dado, la de la defensa de sus empleos y de las garantías ganadas en 50 años de trabajo sindical.

Señalaron esto al cierre de un 2018 que consideran uno de los peores periodos en toda su historia sindical pues estuvo regido por un empeño de los poderes Legislativo y Ejecutivo por introducir regulaciones que apuntan a destruir a la industria pesquera chilena, su fuente de trabajo.

Hugo Roa, Eric Riffo y Juan Carlos González, presidentes de los Sindicatos Interempresa de Tripulantes, Motoristas y Capitanes, respectivamente, advirtieron que junto con 2019 se iniciará un ciclo de estrategias laborales diferentes al diálogo que intentaron todo 2018 pues resultó de sordos, especialmente con diputados y senadores.
“Cuando no escuchan, en el buen sentido de la palabra, el de escuchar y considerar lo que se plantea, lamentablemente a los trabajadores tenemos pocas opciones más que manifestarse en la calle (…) y vamos a evaluar”, indicó Eric Riffo.

Hugo Roa recalcó:”nos han cerrados las puertas, lo único que nos queda es movilizaciones cada vez más duras “.
Está claro que 2018 fue malo y los trabajadores: “enfrentaremos de una manera distinta 2019, especialmente ante el Proyecto de Ley Corta”, enfatizó Juan Carlos González.

Balance
El problemático 2018 explicó Juan Carlos González políticamente comenzó con mucha agresividad en lo político luego que Gabriel Ascencio, presidente de la Comisión Pesca de la Cámara de Diputados, desarchivó, tramitó y aprobó en un mes, la moción de dejar la potera como única forma de extraer jibia, y sin dar posibilidad a los trabajadores para exponer “lo que para nosotros no es democracia”.

Eric Riffo dijo que los Oficiales Motoristas están en extremo descontentos porque en el Congreso y algunas autoridades del Ejecutivo no quisieron oír a los trabajadores y: “se dejaron llevar por una sensibilidad mal entendida en beneficio de un sector y en desmedro de otro; creo que ha perdido la Actividad Pesquera Nacional en su conjunto y, evidente, nosotros los trabajadores y otros prestadores de servicio que no son pocos”.

Al presidente de Oficiales Motoristas le preocupa:” ¿qué responderemos cuando nos exijan cadena de frío, trazabilidad y/o nos puedan acusar de competencia desleal, debido al dumping social dada la informalidad laboral en parte del sector artesanal?”.

Hugo Roa criticó que: “el Ejecutivo presentara un proyecto (Ley Corta) que busca licitar los porcentajes de pesca asignados a la industria pesquera nacional y con eso la liquida. Licitar es negativo, está demostrado a nivel internacional, porque concentran pesca. Obviamente nosotros los trabajadores vemos amenazado nuestro futuro (…)”.

El TC y otros pasos
¿Qué viene ahora” se preguntó González y explico que en relación al Proyecto Jibia, ya está aprobado esperan: “que el gobierno, como es el compromiso del ministro Chadwick, lo presente al Tribunal Constitucional. Luego de eso los escenarios son de molestia entre los parlamentarios sí el TC lo objeta y, en caso de que lo apruebe se sentirán mucho más empoderados: “para seguir cambiando cosas que también nos van a afectar a los trabajadores como el arrastre, las licencias, el fraccionamiento”.

Es por ello que los Embarcados, que tienen alianza en defensa del empleo con sectores de Trabajadores de Plantas y de Pymes de servicio, ya definieron que deberán unirse para enfrentar con fuerza y convicción lo que viene con el propósito de defender el trabajo y la forma como, al menos en el sector Embarcados, han conseguido: contratos indefinidos. Es la fórmula que les permite a las personas proyectarse, ser sujetos de crédito, poder comprar una vivienda para la familia, indicaron. Si los empleadores no tienen certeza jurídica para operar a los trabajadores les preocupa que tome la opción de temporizar los empleos. Ya hay un sector de trabajadores de plantas, especialmente, con empleos temporales, pero a futuro a quienes deban licitar pesca o se la adjudiquen les puede ser mucho más rentable emplear gente por meses u otros mecanismos que no favorecen a los trabajadores y echan por tierra conquistas sindicales, concluyeron los dirigentes.