30 abril, 2024
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Las claves que desarrolla la UCSC en energías limpias para revolucionar la industria local

Representantes del Departamento de Infraestructura y Logística de Corma,
visitaron el Centro de Energía del Campus San Andrés para conocer el
equipamiento de electromovilidad y el desarrollo de hidrógeno verde.

Alcanzar la carbono neutralidad en los principales sectores productivos y mitigar las
emisiones de efecto invernadero a más tardar al 2050, son algunos de los objetivos de la
Estrategia de Climática de Largo Plazo de Chile.
Una institución pionera que está trabajando para avanzar en dicho propósito es la
Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), a través del proyecto
“Construcción Planta de Hidrógeno Verde para aplicaciones industriales en la Región del
Biobío”, que formará parte de su nuevo Centro de Energía en el Campus San Andrés.
En ese contexto, socios de la Corporación Chilena de la Madera – CORMA- recorrieron el
Centro con la misión de conocer el equipamiento de electromovilidad y el desarrollo de
hidrógeno verde y su eventual aplicabilidad en la industria forestal.
La planta de H2v, que potencialmente comenzará a operar durante el segundo semestre
de este año, se vinculará con la MicroRed UCSC, un espacio ideado para el desarrollo de
estudios de energías renovables, integrada por un patio de paneles fotovoltaicos y
generadores eólicos con una potencia de 44kW, que permitirá abastecer de energía a la
planta y a los vehículos eléctricos que dispone el plantel, para efectuar investigaciones
asociadas a diversas aplicaciones en electromovilidad.
Sobre este hito y las principales investigaciones abordadas por la universidad, Ricardo
Lizana, académico de la Facultad de Ingeniería de la UCSC y director del Centro de Energía,
comentó que “en el ámbito de electromovilidad industrial estamos trabajando con una
camioneta, un camión y una grúa horquilla, a los que les estamos realizando distintas
innovaciones involucrando baterías de segundo ciclo e hidrógeno verde a su tren de
potencia, para que tengan rendimientos similares o superiores a los que obtienen los
mismos equipos que utilizan diésel”.
En este proceso toma relevancia una celda de combustible que arribó en junio al
Laboratorio de Electromovilidad, cuyo equipamiento permite energizar con hidrógeno
verde a la grúa horquilla. Sobre este dispositivo, Lizana especificó que «esta celda de
combustible de 10 kW para aplicaciones de electromovilidad, es la única en la región del
Biobío. Además, este modelo almacena hasta 2 kg de hidrógeno con una capacidad de
operación promedio de 6 a 8 horas”.

Asimismo, explicó que otra línea importante es la producción de biocombustible y el uso
de la biomasa para producir derivados del hidrógeno verde u otros compuestos propios
para la industria local.
En relación con los beneficios de impulsar la electromovilidad y el hidrógeno verde en el
sector industrial, el investigador señaló que “tener un equipo que no utiliza combustible
sintético, implica que no genera contaminación ni huella de carbono, además el motor no
produce ruido, por lo que no está el sonido acústico propio del equipamiento”.
Añadió que “otra ventaja significativa es que si Chile comienza a producir su propio
hidrógeno verde, nos independizamos de los costos y de la variabilidad de los
combustibles fósiles que tenemos actualmente”.
Por su parte, Margarita Celis, gerenta de Corma Biobío-Ñuble, abordó la oportunidad y el
compromiso que representa para el sector forestal, integrar innovaciones que ayuden al
medioambiente.
“Para Corma es muy relevante impulsar los procesos de transformación de la industria
forestal y maderera para contribuir a los compromisos de carbono neutralidad de Chile al
2050. En ese sentido, tenemos una oportunidad en la incorporación de energías limpias en
los procesos productivos de la mano de una innovación sostenible en alianza y
colaboración con la academia, sector público y privado”.
René Vega, subgerente de Transap e integrante del Departamento de Infraestructura y
Logística de Corma, valoró la posibilidad de visitar las instalaciones y enfatizó que “hay un
potencial de progreso increíble en torno a la reducción de la huella de carbono. Partir
desde una grúa horquilla hasta tener grandes equipamientos con hidrógeno verde, que
busca la eliminación de combustibles fósiles, significa un gran avance para las empresas y
la región. El futuro nos depara y exige el uso de energías limpias”.
En la misma línea, Jorge Cardenas, gerente de Ingeniería de DP World Lirquén y socio de
Corma, manifestó que “la electromovilidad nos interesa mucho, porque sabemos que por
temas ambientales debemos reducir el uso del petróleo, del gas y buscar soluciones
eléctricas. Hoy tenemos una flota bastante grande de equipos de distintas capacidades de
levante y arrastre, como grúas de diferentes toneladas, por lo que si funcionan a base de
hidrógeno verde, será una maquinaria menos que estará consumiendo petróleo y
emitiendo gases de efecto invernadero”.