19 abril, 2024
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Doris Soto, mujer, esposa,mamá y científica que prestigia a Chile

Entrevista

La doctora Doris Soto comienza a primera hora del día una de sus jornadas de trabajo presencial en Concepción y –aprovechando los minutos del desayuno- conversa con Entramar para contar que su quehacer actual contempla, entre las principales tareas, aspectos como entender mejor los mecanismos que están detrás del Cambio Climático, cómo podría afectar a ciertos organismos y qué medidas tenemos que tomar para adaptarnos.

Cercana en el trato, amable y sencilla, transparenta sí  su mirada inquisitiva, de científica de excelencia que ha prestigiado a los investigadores chilenos, en todo el mundo.

Es Investigadora Principal del Programa Integrativo del Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola, Incar. Licenciada en Biología de la Universidad de Chile, doctora en Ecología de UC Davis, EE.UU; Académica de la U. Austral en la que desarrolló el Laboratorio de Ecología Acuática. Muchos la conocen porque fue Oficial Superior de la FAO y ha publicado más de medio centenar de trabajos científicos en revistas especializadas de primer orden y publicaciones FAO, en Roma.

Hace poco tuvo usted una destacada participación en el Congreso 2018 de la Asociación Mundial de Acuicultura, World Aquaculture Society realizado en Montpellier, Francia ¿Sobre qué expuso?

Describimos la situación de vulnerabilidad de la salmonicultura al Cambio Climático y una evaluación de vulnerabilidad socio ecológica; en el fondo lo que hacemos es ver qué pasa si el Cambio Climático impacta los sistemas productivos, cuál es el impacto social. En algunas ciudades puede ser muy relevante porque hay pueblos pequeños en que el 80% de la población está dependiendo de esta actividad, entonces esa es la idea de la evaluación de vulnerabilidad, es encontrar estas relaciones entre impactos biofísicos, lo que ocurre con la productividad y luego lo que pasa con el empleo.

Después hicimos otra presentación con una evaluación global sobre las necesidades de investigación en acuicultura para enfrentar el Cambio Climático.

La primera investigación debería ser difundida con detalle para hacer conciencia a nivel nacional y regional respecto de esa temática. Hay desconocimiento. Por ejemplo, a mí me ha impactado el rechazo al tema de los lodos del barco con salmones muertos ( “Seikongen”) hay falta de información porque la verdad es que en estos estanques los lodos son de materia orgánica, no tóxicos, en realidad son nutrientes si se saben tratar. Es el tipo de cosas que digo yo me extraña tanta preocupación por algunas situaciones como esta si, por ejemplo, en Puerto Montt tenemos una planta que está liberando las aguas servidas frente a la ciudad, al mar interior, que no tiene más tratamiento que la remoción de sólidos grandes; eso me preocupa más pues va a continuar creciendo la ciudad y esto se podría transformar en un tema serio en un futuro cercano.

En la Región del Biobío hay un fuerte rechazo a la salmonicultura ¿cómo lo evalúa?

Bueno, en ese tema hay muchos mitos, nosotros hemos estudiado los impactos ambientales de esta industria desde hace 30 años y creo los efectos son como en otras actividades productivas. Pero, por otro lado, me sorprende que haya ese gran rechazo y al mismo tiempo no parece haber conciencia, por ejemplo, del tremendo impacto ambiental que tiene la transformación del bosque nativo en plantaciones, sobre la enorme sedimentación del rio Biobío, su calidad de agua, etcétera. Me llama la atención que la gente se preocupa de este tema de los salmones y no parece haber tanta preocupación sobre impactos de la actividad forestal y de otras industrias que si podría ser un tremendo obstáculo al desarrollo de cualquier tipo la acuicultura.

La verdad es que con el tema del salmón, yo creo que se conoce bastante los impactos que hay debajo de las balsas jaulas,  pero desafortunadamente no tenemos suficiente información para poder decir con certeza si ha habido impactos ecosistémicos irremediables y esto es una gran brecha. Por otro lado se han hecho muchos estudios muy puntuales y no tenemos monitoreos más sistémicos para conocer la magnitud de los efectos. Yo diría, si uno compara, por decir algo, la salmonicultura con la agricultura, en relación al uso de pesticidas, o con el uso de antibióticos y pesticidas en producción animal, de lo que la gente no habla; parecemos acostumbrados. Hay que reconocer que los sistemas de producción de alimento tienen impactos; el problema es que debemos empezar a estudiarlos de manera más cuantitativa y comparativa para decidir qué actividades son menos impactantes y a qué actividades nos vamos a dedicar.

(…) estamos al debe en sistemas de monitoreos más ecosistémicos para decir con certeza si efectivamente ha habido impactos ambientales que son irreparables en el caso de cualquier actividad.

 

¿Cuál es la importancia del Incar en esto?
Incar es el primer centro nacional e internacional que se dedica de una manera interdisciplinaria a abordar los desafíos de investigación de la acuicultura y yo creo que es un centro que tiene un tremendo potencial, estamos trabajando desde las áreas moleculares, los temas de enfermedades de peces, temas de impacto ambientales, sociales, socio económicos a varios niveles. El centro se ha enfocado bastante en el tema del salmón porque es el principal cultivo en Chile, pero ahora estamos trabajando fuerte también en los choritos, en la miticultura que es un tema que a lo mejor en esta región puede llegar a tener importancia relevante en la medida que se vaya desarrollando acuicultura de pequeña escala y otro tipo de acuicultura.

¿Cuál es su labor en este centro?
Tiene que ver con traducir la investigación que tenemos en recomendaciones para políticas públicas (…) recomendaciones que tengan sentido, que puedan ser leídas, que sean relativamente sencillas, con un mensaje claro, es algo que hay que hacer y que, en general, los investigadores no hacemos.

Mujer e investigadora científica
La doctora Doris Soto comenzó estudiando Licenciatura en Biología en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile. Tuvo maestros como Humberto Maturana, Mario Luxoro, Francisco Varela, Tito Ureta y fue cuando estudió Ecología de Lagos con Nibaldo Bahamondes e Irma Vila cuando se sumergió de lleno en el tema de la ecología de ambientes acuáticos. Trabaja en acuicultura sustentable desde los años ´90.

A la FAO postuló y se quedó más de 11 años. ¿Cómo lo hace una mujer para tener familia, con marido e hijos, irse fuera del país de origen y desarrollar una labor tan demandante. Recomendaría a las niñas de hoy estudiar ciencias naturales, las ciencias del mar, investigar en esas temáticas?

Lo haría. Obviamente ahora, de regreso a Chile, encuentro muchas más mujeres en el ámbito de las ciencias del mar y existe mucho interés también. Pero no es fácil para una mujer tener una carrera si uno quiere ser mamá y tener una familia a menos que la relación con tu pareja sea igualitaria, Yo tuve la suerte que mi marido cuando yo tenía que viajar siempre se hacía cargo; siempre hemos tenido una relación en la que no hay una gran separación de roles, a uno le toca lo que le toca: sea cocinar o cuidar niños. Yo he tenido este apoyo permanente, Fernando siempre ha estado ahí (…) cuando uno quiere desarrollarse profesionalmente y tener familia hay que contar con un compañero que trabaje de igual a igual (…)

 

El Incar
El Incar es el primer Centro de investigación Interdisciplinario para la Acuicultura Sustentable en Chile, financiado a través del Fondo de Financiamiento para áreas Prioritarias, Fondap, de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica Conicyt. El Incar concentra su acción en resolver las principales problemáticas y brechas relacionadas con el desarrollo sustentable de la acuicultura en nuestro país.
Es un centro de excelencia conformado por un grupo de investigadores de la Universidad de Concepción, como institución patrocinante, la Universidad Andrés Bello y la Universidad Austral de Chile, como instituciones asociadas. Cada uno de estos equipos poseen un alto nivel académico en diversas áreas vinculadas al sector acuícola (inmunología, genómica, oceanografía, epidemiología, genética, biología molecular, economía, ecología, sociología y biogeoquímica).