26 abril, 2024
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Falta de vigilancia incrementa la posibilidad de extracción furtiva en Áreas de Manejo

Un estudio cofinanciado por el Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola, Incar, liderado por el investigador asociado de la RP5 y profesor titular de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Talca, Dr. Carlos Chávez, determinó que la ausencia de regulación y fiscalización (vigilancia) de parte de usuarios y de la autoridad incrementa significativamente los niveles de extracción furtiva en los sistemas de administración de las áreas de manejo. Son espacios en los que los usuarios reciben derechos de uso territorial, como las Áreas de Manejo y Explotación de Recursos Bentónicos, Amerb aplicados en Chile desde mediados de los años 90.

Así se informó desde el Incar, indicando que el artículo “Managing and DefendingtheCommons: Experimental Evidence from TURFs  in Chile”, en el que también participan los profesores James Murphy y John Stranlund, presenta los resultados de un estudio acerca del comportamiento individual relacionado a decisiones de extracción y protección de un recurso natural de propiedad común en presencia de extracción ilegal.

“La posibilidad de extracción furtiva y la ausencia de vigilancia de usuarios y del Estado tiene efectos negativos significativos sobre el uso sustentable de recursos naturales generando sobre-explotación de recursos y niveles de abundancia extremadamente bajos, llevando incluso al cierre de las áreas experimentales porque los niveles de abundancia se reducen más allá de niveles críticos”, explicó el Dr. Carlos Chávez.

Extracción ilegal
El estudio determinó también que entregar la responsabilidad de fiscalización solamente a los usuarios de un recurso de propiedad común o en combinación de estos con el Estado no afectó de manera significativa la extracción ilegal.

“Los resultados sugieren que los usuarios de un recurso de propiedad común podrían tener dificultades coordinando sus esfuerzos para reducir la extracción furtiva, aun con la ayuda del Estado”, destacó el Dr. Chávez.

Adicionalmente, los pescadores participantes en los experimentos dieron a conocer que el 70% de ellos sugieren que el Estado en conjunto con las organizaciones son responsables de la vigilancia y acciones de fiscalización para reducir la actividad ilegal en las áreas asignadas. “Una fracción importante de los pescadores participantes reconoce que su organización desarrolla actividades de vigilancia y que los esfuerzos de vigilancia de las autoridades no son efectivos en términos de disuadir la extracción furtiva”, agrega el investigador y docente.

El estudio se realizó utilizando experimentos económicos de campo especialmente diseñados con el propósito de analizar cómo restricciones y aspectos económicos del problema (valor económico del recurso, nivel de abundancia, costos de vigilancia, multas, entre otros) afectan el comportamiento de los agentes involucrados (integrantes de un sindicato con derechos de uso territorial y agentes externos al grupo que posee tales derechos).

La investigación se aplicó a 210 pescadores artesanales pertenecientes a organizaciones que manejan Amerb en tres regiones de la zona centro-sur de Chile. En cada sesión experimental se aplicaron encuestas individuales con el propósito de recoger información socio-económica y de percepción sobre el problema de extracción ilegal de recursos pesqueros desde las Áreas de Manejo. Posteriormente, el mismo experimento fue replicado en laboratorio considerando una muestra de 204 estudiantes universitarios, no existiendo diferencias cualitativas en el comportamiento entre ambos grupos de estudio.

La  investigación es relevante en el contexto que el año 2015, la Subsecretaría de Pesca emitió una modificación del reglamento que promueve e incentiva la acuicultura de pequeña escala (D.S. N° 96), pasando de un 20 a un 40% de la superficie para cultivo en las Amerb, y permitiendo además la producción de algunos moluscos exóticos como la ostra japonesa y el abalón, y el cultivo de peces nativos. Esta actividad apuntaría a complementar la productividad de estas áreas sin afectar el manejo y conservación de las especies principales.