18 abril, 2024
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Fundación Chile comprobó el potencial del robalo como biocontrolador

Más de 60 expertos, reconocidos internacionalmente en el estudio de peces, participaron en el libro sobre biocontroladores en la acuicultura. De ellos, el equipo de investigadores de Fundación Chile es el único correspondiente a un país del hemisferio sur.

Lo informó Fundación Chile, una corporación público privada sin fines de lucro que promueve innovaciones de alto impacto para abordar los grandes desafíos de Chile, explicaron las fuentes, las que agregaron que en acuicultura, Fundación Chile ha desarrollado más de 50 proyectos, con una veintena de especies candidatas a cultivo, y ha creado 18 empresas relacionadas, productoras de peces, moluscos, servicios e insumos acuícolas.

En la Región del Biobío hay varias plantas procesadoras de peces de cultivo y en ellas trabaja un considerable número de personas, especialmente mujeres, un alto porcentaje de ellas jefas de hogar.

El libro fue editado en Inglaterra por Jim Treasurer, gerente de Investigación de FAI Aquaculture, Marine Research Facility Ardtoe.

En el texto se analizan las experiencias de cultivo de peces limpiadores en distintos países, con descripciones de especialistas de Noruega, Reino Unido, Irlanda, Islandia, Islas Feroe, Canadá y Chile.

“ThePatagonianblenny (Eleginopsmaclovinus): a Chileann ative fish with potential to control sea lice (Caligusrogercresseyi) infestations in salmonids”, es el capítulo desarrollado por Juan Carlos Sánchez, Martin Hevia y Patricio J. Sáez, miembros del equipo de Acuicultura en Fundación Chile, junto a Jorge Mancilla, de la empresa Marine Harvest.

Martin Hevia, director ejecutivo de Acuicultura de Fundación Chile, comenta que la contribución al libro surgió a partir de dos proyectos Corfo con peces biocontroladores, específicamente el robalo (Patagonian blenny). “Con el apoyo de Aquadvise y Marine Harvest, hicimos 5 bioensayos en tierra y se encontró una respuesta biocontroladora interesante del Caligus del salmón, en torno al 50% o superior. Después se probó en jaula en un centro experimental que tiene Marine Harvest, donde se validó en mar el efecto de biocontrolación del piojo de mar, lo que constituyen una base para continuar estudiando a este y otros peces limpiadores”.

De acuerdo aMartin Hevia, el interés en el cultivo de peces biocontroladores se vincula a “una tendencia mundial a utilizar menos quimioterapéuticos y encontrar especies que cumplan ese rol limpiador. Es una alternativa ambientalmente amigable, que le aporta sustentabilidad a la industria acuícola”.

Cabe señalar que los “piojos de mar” se consideran una de las plagas más costosas de la industria acuícola, por lo que su control es un desafío permanente para los productores de salmónidos.

Proyectos Corfo con biocontroladores
En el capítulo desarrollado por el equipo de Fundación Chile se describe en detalle la investigación del robalo como biocontrolador, que se inició -como muchas veces ocurre en ciencia- en un proyecto que tenía otro objetivo, como era el cultivo de esta especie para la diversificación acuícola. “Nos dimos cuenta que, además de limpiar el fouling de las jaulas, también se autolimpiaban y, al mezclarlos con salmones, comprobamos que había una actividad biocontroladora”, relata Martin Hevia.

Hevia explica que “no cualquier pez desarrolla esa habilidad limpiadora. El salmón, por ejemplo, no la tiene, mientras que el robalo busca alimento ramoneando el biofouling adherido a las rocas”.
Aunque el estudio ya concluyó, Martin Hevia enfatiza que “seguimos interesados en expandir ese conocimiento y llegar a tener una o más especies endémicas que sean buenasbiocontroladoras, y que además se puedan producir masivamente, tal como lo han hecho otros países. En Noruega, por ejemplo, tienen 2 ó 3 especies que cumplen ese rol”.