25 abril, 2024
# Tags
#Investigación

Región tendrá laboratario especializado para muestras de toxinas marinas

“Generación de capacidades regionales en la detección de toxinas marinas para fortalecer la seguridad alimentaria de las pequeñas y medianas empresas productoras y procesadoras de moluscos de la Región del Bío Bío”, es el nombre del proyecto que ganó un Fondo de Innovación para la Competitividad , FIC y que permitirá implementar el primer laboratorio especializado en la toma de muestras de toxinas marinas producidas por microalgas en la zona. Beneficiará directamente a pequeños, medianos y grandes empresarios del sector, además de toda la población regional que consume habitualmente productos del mar.

La investigadora de Copas Sur Austral, académica del Departamento de Oceanografía de la Universidad de Concepción y gestora del proyecto, Dra. Allisson Astuya, explicó los detalles de la iniciativa.

Habitualmente, las conserveras y los pequeños productores tienen que enviar sus muestras a análisis fuera de la región. Si bien se encomiendan a laboratorios acreditados y parte de la red de apoyo de las instituciones que certifican, por ejemplo: el Instituto de Salud Pública y las Seremis de Salud (para consumo local) y Sernapesca (para exportación), al no existir un laboratorio especializado en Biobío, el proceso se hace más lento y más costoso, perjudicando las capacidades productivas del rubro.

Las instituciones importantes tienen sobredemanda, entonces las muestras se envían a laboratorios como los de las universidades de Chile y Austral, ejemplos que han potenciado a las casas de estudios para prestar sus servicios.

En Biobío hay cinco productores considerados como pequeños, ubicados en Contulmo, Llico, Arauco y Tubul. Al mismo tiempo, existen unas 400 medianas empresas, ubicadas principalmente en Lebu, Lota, Coronel y Tirúa. Asimismo, los buzos autorizados (cerca de mil) también necesitan un laboratorio que permita analizar los productos que venden o los recursos que extraen de una nueva zona.

Otros actores relevantes que se beneficiarían del quehacer de este nuevo laboratorio serían las empresas del rubro gastronómico –al menos unas 50 en la zona- que requieren el servicio, además de sus clientes.

El proyecto comprometió una serie de talleres formativos en materias relacionadas con la detección de toxinas marinas y el manejo de moluscos contaminados, entre otros. La iniciativa considera la implementación de nuevas herramientas para la detección de toxinas, tales como nuevos métodos que reemplacen el bioensayo ratón, basado en bioensayos celulares (desarrollado por la Dra. Allisson Astuya) y en pez cebra (Dra. Alejandra Llanos); además de marcadores moleculares para microalgas tóxicas (Dr. Fernando Cruzat) y técnicas analíticas (Dra. Claudia Pérez). Todos los involucrados son investigadores de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas.

Región tendrá laboratario especializado para muestras de toxinas marinas

Ferepa: Ley de Pesca no se debe