18 abril, 2024
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Proyecto de la Ucsc estudia efectos de los microplásticos en el ecosistema

Tres académicos de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Ucsc pretenden determinar la presencia, el tipo y efectos de los microplásticos en las redes tróficas marinas.

Los microplásticos son fragmentos de plástico inferiores a cinco milímetros, capaces de generar efectos negativos, especialmente sobre la fauna marina. Existen múltiples tipos de microplásticos formados por residuos de productos de elaboración industrial usados por las personas.

A modo de ejemplo, una botella plástica puede ser eliminada al ambiente, la que puede a su vez romperse y fragmentarse, generando plásticos de menor tamaño que pueden ser degradados por factores ambientales como la temperatura y la degradación química y bacteriana.

Este tipo de microestructuras tienen la capacidad de absorber contaminantes con mayor facilidad, aumentando la probabilidad de ser ingerido por especies acuáticas como peces y pequeños organismos, incorporándose y contaminando las tramas tróficas, llegando incluso al ser humano.

Los niveles de peligrosidad dependen de la afinidad y tipo de microplástico para transportar contaminantes. Al respecto, la Dra. Karla Pozo, en colaboración con el Dr. Sergio Contreras, ambos asociados a la Facultad de Ciencias y al Centro de Investigación en Biodiversidad y Ambientes Sustentables, Cibas de la Ucsc, además de la Dra. Lorena Gerli de la Facultad de Ciencias de la misma institución, actualmente ejecutan un proyecto financiado por el Fondecyt para estudiar la presencia, tipo y efectos de los microplásticos en las redes tróficas marinas.

El estudio
La Dra. Pozo explicó que las técnicas analíticas existentes para el estudio de microplásticos se componen de dos fases: extracción y determinación. En la primera, se realiza un proceso denominado flotación, en el que se genera un gradiente de salinidad -medio acuoso con salinidad muy alta- distinto de la composición del sedimento, para facilitar el transporte del microplástico hacia la superficie. Posteriormente, las partículas que flotan son filtradas para ser posteriormente analizadas a través de un microscopio infrarojo de alta resolución que permite determinar la naturaleza química de las partículas de microplástico de la muestra.

Los principales resultados hasta ahora indican que en la Región del Biobío, los microplásticos más abundantes son el polietileno y el poliéster, ambos principalmente vinculados a la industria textil.

La Dra. Pozo destaca que “medidas como el proyecto del gobierno de erradicar las bolsas plásticas de ciudades costeras constituye un paso importante, ya que es una primera medida que permite reducir la cantidad de residuos sólidos y generar conciencia social. Sin embargo, “es necesario ampliar a otras matrices ambientales como ríos y suelos que también se ven contaminados por productos industriales de utilización común por las personas”, concluye la investigadora.